Indocumentados
Los indígenas que carecen de documentos, tanto en el extranjero como en las ciudades de México tienen una amarga realidad, la cual es: que hasta en su propia tierra sean tratados inhumanamente. Muchas veces los aborígenes son despojados de sus tierras, por lo cual se desplazan a las grandes urbes con la esperanza de mejores condiciones de vida. Al llegar se enfrentan al racismo de sus compatriotas, a la explotación, a la represión y a múltiples abusos.
Para quienes estamos del otro lado de esta cara de la moneda, pasa en ocasiones inadvertida esta situación que ellos viven, o peor aún, contribuimos de manera indirecta o directa a mantener estas diferencias.
Pero, ¿A qué se dedican los indígenas en las ciudades?.
Esta población, se ocupa en el trabajo doméstico, por lo que no se reconoce como socialmente productiva.
Nuestros indocumentados carecen de protección y seguridad social en sus centros laborales, donde reciben salarios inferiores a los oficiales: meseros, galopinas, lavaplatos, mozos, jardineros, plomeros, recolectores, sepulteros, artesanos, lava coches y vendedores ambulantes. Son la gran masa de marginados en las urbes. Cuando logran establecerse en la ciudad con una fuente de empleo, más o menos segura.
El problema de este sector de nuestra población, comienza desde la falta de una acta de nacimiento, ya que el registro civil nos reconoce personalidad jurídica, y es un medio para acceder al sistema de salud, a la acreditación de estudios, al registro federal de causantes, a la cartilla, al pasaporte. La carencia de este documento da lugar a numerosas injusticias, hacia nuestros nativos mexicanos, como la negación de servicios que tenemos derecho todos.
En el ámbito laboral de la construcción, se contratan peones sin documentos y para éstos, existe una mayor injusticia, ya que se les paga por medio de lista de raya, en donde la explotación es cruel, ya que el trabajo que realizan es bastante pesado y la paga es muy poca.
Esto es inaudito: el trato que les damos aquí, en su tierra es igual a la que reciben en los Estados Unidos, pero con una diferencia, allá si tienen nombre "indocumentados" y se les aplican las leyes respectivas. Como la ley 2202 la cual se aprobó el 1º de Abril de 1997, la cual es más dura que la 187. Esta dificulta la estancia de inmigrantes y les restringe la recepción de servicios sociales. Debido a que son catalogados como un mal para la población norteamericana.
Encuestas realizadas en este país indican que: un 54 % considera que los inmigrantes han causado más daños que beneficios a su comunidad, 39% considera que los inmigrantes han provocado más daño que vida y un 36% piensa que los inmigrantes son un lastre; las opiniones con respecto a la llegada de indocumentados refleja, que un 43% teme que la criminalidad aumente en la zona en donde viven si el número de inmigrantes aumenta, 36% piensa que su presencia afecta la calidad de la enseñanza de los colegios.
Debido ha esto, hago un llamado a nuestra solidaridad con nuestros indocumentados, por ello les pido que tratemos a esta población como iguales y que los ayudemos para que hagan valer sus derechos, por que así lograremos respeto para los mexicanos, y sobre todo que respetemos y valoremos nuestras raíces.